Línea editorial y justificación

Los medios digitales crean un contraste frente a las fuentes de información tradicional (televisión, radio y diarios convencionales), ya que muestran e informan sucesos desde un enfoque diferente, desde una perspectiva más ciudadana, es decir,  desde el prisma o sentido que las personas construyen desde su individualidad, independientes de una institución o del oficialismo, adquiriendo su significatividad política en el minuto que convergen en la esfera pública, en este caso virtual. 

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Asimismo, incluyen informaciones que no muestran los medios convencionales, es decir, los medios apuntan a una información a nivel nacional, pero dejan un vacío en temáticas más particulares (problemas sociales que no afectan a toda la población, sino que atingen a grupos específicos). Un ejemplo cotidiano sobre la contraposición entre las propuestas digitales y los medios tradicionales es la variedad de páginas de Instagram de periodismo independiente que aprovechan el desarrollo tecnológico en función de visibilizar puntos de vista propios, como Radio Villa Francia o Prensa Chilena, las cuales manejan información rápida y sustentada con vídeos y testimonios que la comunidad de la red social aporta a los propios medios para plasmar situaciones que canales de televisión no acostumbran a mostrar. Aún así existe una censura pero al recibir aportes de usuarios en redes sociales aporta información, que quizás, no esté en los medios de comunicación principales.

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El contraste se expresa en ejemplos de interés comunicativo, por ejemplo, cómo en manifestaciones, los periodistas y camarógrafos de medios comunes apuntan a situaciones aisladas o de tipo violentas y, por otro lado, medios de tipo independiente y relacionados a lo digital muestran el “lado” que no sale en la T.V, concentrándose en elementos relacionados al mensaje que quiere manifestar la ciudadanía o críticas políticas, en ciertos casos (cubren información general respecto al país).

En ese contexto, este diario conlleva un enfoque social crítico que renueva la noción que se tiene de la poco fiable comunicación nacional, ¿por qué es poco fiable? Porque “puede que en la televisión haya menos periodismo que en otros lugares y mucho más espectáculo” (El Mostrador). Porque en marchas o en opiniones generales, encontramos personas que apoyan y proponen consignas como “la tele miente” o “apague la tele, prenda la mente”, que terminan por evidenciar la disconformidad social frente a los medios tradicionales. Asimismo, hay personas que piensan totalmente lo contrario, por lo que genera un contraste de opiniones entre ambos sectores, entendiéndose como el grupo de persona que respaldan el contenido que informan los medios tradicionales, de la opinión pública. 

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Según “Rabia”, “(...) los periodistas cortan al aire a jóvenes que no desean hablar de los saqueos sino de las demandas sociales” (Rabia, 2019). Esta es una evidencia en la que se han concentrado ciertos autores, es la perspectiva con la que varias personas se identifican intelectualmente antes y después de crisis específicas como la del 18-O. En cierto sentido, ciertas propuestas que ofrecen los medios digitales llegan a expresar dicha crítica a través de las redes sociales y realizar una contraposición informática.

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Si bien los medios tradicionales chilenos y el periodismo han ido en decadencia, la creciente red de noticias que se maneja en redes sociales como Instagram, la que resulta una herramienta tentadora para difundir y ganar peso como medio confiable. Es por esto que este periódico tendrá un gran enfoque en dicha herramienta digital para así ganar lectores y espectadores. Es decir, aprovechar este terreno digital y utilizarlo en función de la facilidad para difundir y compartir la visión de nuestro proyecto. 

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De esta manera, el periódico apunta a un público joven y adulto, que a través de las redes sociales puedan acceder de forma gratuita al contenido del periódico,  generando así una visión cuestionadora de la realidad chilena.